El escritor angloindio Salman Rushdie expresó hoy su pesar por la muerte del escritor y periodista británico-estadounidense Christopher Hitchens, del que dijo que su «gran voz ha quedado en silencio» y un «gran corazón se ha parado».
Hitchens, autor del célebre libro «Dios no existe«, murió el jueves en Houston (EEUU) a causa de una neumonía tras complicarse el cáncer de esófago que se le había detectado en junio de 2010.
«Adiós mi querido amigo. Una gran voz ha quedado en silencio. Un gran corazón se ha parado», afirmó el autor de «Los Versos Satánicos» en Twitter tras conocerse la muerte de Hitchens.
Además, el fundador de la revista Skeptic, Michael Shermer, comentó hoy a los medios británicos que la gente echará de menos la voz del periodista, «su pluma y, sobre todo -agregó-, la mente de Christopher. Gracias a ti, el mundo es mejor».
Según la revista Vanity Fair, para la que escribía, Hitchens murió en el hospital MD Anderson Cancer Center, de Houston, de la misma enfermedad de la que también falleció su padre.
La detección de esta enfermedad se produjo cuando se encontraba en plena promoción de su última obra, unas memorias tituladas «Hitch-22», editadas por Debate en su traducción al español.
«Hitch-22» es un libro «conmovedor, gracioso, delicioso, provocador e inspirador», subrayaba la citada editorial en su comunicado de prensa, cuando se publicó en español a finales de la pasada primavera.
En el se repasa la trágica historia de su madre, retratos de intelectuales como Chomsky, Said, Martin y Kingsley Amis o McEwans, así como el Oxford revolucionario de finales de los años 60 del siglo XX.
Nacido en Portsmouth, sur de Inglaterra, el 13 de abril de 1949, Hitchens estudió Filosofía, Ciencias Políticas y Economía en el Balliol College de Oxford, y se mezcló en el ambiente intelectual y la izquierda radical de la Inglaterra de los 70.
Se opuso a la guerra de Vietnam, al aborto y en sus libros y conferencias se centraba en el tema de la inexistencia de Dios.
Hitchens fue famoso por su libro «El juicio a Kissinger», un texto muy explosivo que cuestionaba la gestión del que fuera secretario de Estado de EEUU.
Considerado como uno de los intelectuales más polémicos e influyentes de la escena internacional en los últimos treinta años, Hitchens se afincó en Estados Unidos en 1981 y colaboró con las publicaciones más prestigiosas a ambos lados del Atlántico: Vanity Fair, Slate, The Nation, The New York Times Review of Books, The Times Literary y National Geographic, entre otras.
Además de su antología sobre el ateísmo «Dios no existe», Hitchens es autor también de «Dios no es bueno», «Cartas a un joven disidente», «La victoria de Orwell» y «Amor, belleza y guerra».
El escritor, nacionalizado estadounidense en 2007, estaba casado con Carol Blue, con la que tenía una hija, Antonia, además de otros dos hijos -Alexander y Sophia- de un matrimonio anterior.
El periodista siempre decía lo que pensaba hasta el punto de que llegó a tener una riña con su hermano, Peter Hitchens, también periodista conocido en el Reino Unido del dominical Mail on Sunday, si bien los hermanos se reconciliaron con el tiempo.
En el año 2010 tras diagnosticarse su cáncer, Hitchens reiteraba su profundo ateísmo y llegó a decirle a un periodista que le entrevistaba: «No se ha presentado aún una prueba o un argumento que pueda cambiar mi forma de pensar. Pero me gustan las sorpresas».
Sus primeros pasos como periodista los dio en el semanario The New Statesman, que le permitió asociarse a un grupo de jóvenes escritores como Martin Amis, Ian McEwan y Salman Rushdie.
Pese a su enfermedad, Hitchens no dejó de trabajar y llegó a decirle a entrevistador: «Tenía mucho miedo de que eso detuviera mi escritura. Me quedé realmente petrificado de miedo ya que pensé que ello, además de otras cosas, podía disminuir mi deseo de vivir».
Londres, 16 dic (EFE)