Juan Benet, inteligente, crítico, provocador y con un talento que le acredita para muchos, como Eduardo Mendoza, como la figura literaria más influyente de la segunda mitad del siglo XX, vuelve con fuerza a las librerías con sus relatos inéditos, sus ensayos y su correspondencia.
Así casi veinte años después de su muerte, el escritor e ingeniero de Caminos Juan Benet (Madrid, 1927-1993) oscuro para unos y autor de culto para otros, y creador de un espacio mítico en su simbólica «Volverás a Región», una obra experimental con la que rompió con el realismo social imperante en esa España en blanco y negro, recupera su merecido espacio al que acercarse sin tópicos.
Así lo considera el editor de Lumen, Andreu Jaume, el sello en el que acaba de salir a la calle el libro «Variaciones sobre un tema romántico», con cinco relatos, cuatro de ellos inéditos, y «Ensayos de incertidumbre», un volumen con los ensayos más importantes del escritor, seleccionados por el crítico Ignacio Echevarría.
«Ha sido una publicación muy meditada y muy elaborada, también por la familia, quien tenía este libro de relatos desde que murió su padre -argumenta a Efe el editor-. Se trata de unos cuentos que Benet escribió entre 1975 y 1985 paralelamente a sus obra narrativas más importantes, y son narraciones más relajantes y en las que tanteaba otros terrenos», explica.
De los cinco relatos que reúne este libro solo el primero de ellos, «Amor vacui», es el único publicado, y las cinco historias están organizadas como variaciones musicales que encadenan un cuento gótico, una intriga psicológica, un esperpento, una situación fantástica -ubicada en Región- y un relato burgués.
«Aunque hay un cuento situado en Región- el mítico espacio que creó Benet tal y como ya hiciera su venerado Faulkner o Gabriel García Márquez- la narración es distinta. Su manera de narrar es menos densa y más precisa. Explora otro tipo de relatos más austeros estilísticamente», subraya Andreu Jaume.
En cuanto al volumen que acoge sus ensayos, Echevarría los ha reunido cronológicamente, desde finales de los 60 hasta poco antes de morir. Skakespeare, Faulkner, Cervantes Joyce, o Thomas Mann pasan por la aguda y crítica mirada, a veces impertinente o molesta para algunos de un Benet sin pelos en la lengua.
«Con este volumen podemos asistir a la evolución intelectual de Benet en paralelo a su obra mayor y central», matiza el editor.
Un festín literario que tiene otra joya, la correspondencia que Juan Benet mantuvo con la escritora Carmen Martín Gaite, un intercambio epistolar de dos escritores que compartieron espacio, admiración y cariño, pero muy distintos en sus respectivos trabajos.
Un volumen que saldrá la semana próxima a la calle editado por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.
Toda una avalancha Benet, que para Jaume es más necesario que nunca, «en un momento tan gris y de pobreza intelectual. «Su obra la trenza con sus opiniones literarias; pero, además de su pirotecnia intelectual asombrosa, nos encontramos con unos inéditos que como escritor muestran que podía hacer cualquier cosa», añade el editor.
«Tanto me tranquiliza hacer novelas y cuentos, y de vez en cuando algún ensayo, que considero incluso injusto que esa actividad esté retribuida: si me divierte tanto, y me gano la vida de otro modo, ¿qué otra cosa puedo pedir?», escribió el autor de «Nunca llegarás a nada», «Una meditación» (premio Biblioteca Breve) y el ciclo inacabado de la guerra civil «Herrumbrosas lanzas».
Madrid, 15 sep (EFE)