A los diez años de su muerte, el CCCB de Barcelona rinde homenaje al escritor Roberto Bolaño con una exposición a partir de su archivo personal con abundante material inédito, desde manuscritos de varias novelas, a dibujos, cuentos, poemas, correspondencia, fotos y libros de su biblioteca.
Comisariada por Juan Insua y Valérie Miles, con la colaboración incondicional de Carolina López, viuda del autor de «Los detectives salvajes», la visita a la exposición se concibe como «una investigación detectivesca».
En ella el público, siempre con un trasfondo de humor e ironía, podrá inmiscuirse en el universo Bolaño, un hombre de cuidada caligrafía, que llevó melenas en su juventud y amigo de escritores como Antonio G. Porta, Javier Cercas o Enrique Vila-Matas.
Asimismo, se pueden visionar ocho audiovisuales y es posible introducirse en un punto interactivo de consulta de las múltiples entrevistas que le realizaron al chileno a lo largo de su vida.
Carolina López ha explicado hoy que, desde que en el año 2006 asumiera el trabajo de ordenación y clasificación de toda la documentación que compone el Archivo Bolaño, no pudo empezar a determinar qué había en las cajas que dejó en su casa, tras morir en 2003 de un cáncer.
López ha indicado que se han encontrado 26 cuentos inéditos como «Sepulcros de vaqueros», «Comedia del horror de Francia», «Dos señores de Chile», «Corrida» o «Vuelve el Man a Venezuela», así como poemas y cuatro novelas.
Precisamente, uno de los documentos más destacados de la exposición es el manuscrito original, en tres cuadernos, de la novela «El espíritu de la ciencia ficción», que escribió en 1984 y que dedicó a Philip K. Dick.
También son inéditas «Diorama» y «DF, La Paloma Tobruk», que escribió durante los primeros años de su estancia en Girona.
La viuda del novelista ha remarcado que no existe ninguna intención de publicar «de manera inmediata y en el corto plazo» estos inéditos, porque cree que primero debe irse traduciendo la obra ya publicada, con buena receptividad en diferentes países, entre ellos, Estados Unidos.
A su juicio, «sin pausa, pero sin prisas» se irán estudiando los textos y, posteriormente, ya se verá cómo se darán a conocer. «Hay que ser riguroso y precavido», según López.
Asimismo, ha opinado que todavía queda mucho trabajo pendiente, especialmente relacionado con la ordenación de la poesía inédita de Bolaño, de sus fotos familiares, sus cintas y CD de música y de su múltiple correspondencia.
Carolina López calcula que en formato electrónico, de un total de 24.000 páginas, los inéditos representan unas 300 páginas, 200 de narrativa y 100 de poesía.
Los comisarios han concebido esta «primera exploración» del Archivo Bolaño a partir de tres ejes temáticos, en los que se priman las claves más perennes del universo creativo del padre de «2666».
Insua y Miles inician el recorrido expositivo por la peripecia vital del escritor en las tres ciudades de la segunda mitad de su vida, Barcelona, Girona y Blanes, donde creó casi toda su obra.
También consignan su cronología creativa y se aproximan a los procesos de trabajo del escritor, que aunque había vendido bisutería junto a su madre, fue vigilante nocturno de un cámping e incluso estuvo de mayordomo tres días, «siempre se dedicó a la literatura».
La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo día 30 de junio, está previsto que recale en Nueva York en otoño y después, en el otoño-invierno de 2014, se muestre en la Casa del Lector de Madrid.
Barcelona, 5 mar (EFE)