El público chino respondió hoy con furor a la puesta en venta del nuevo libro del nobel Mo Yan, una colección de tres obras que la editorial del autor ha lanzado con anticipación para aprovechar el apogeo de la «Mo-manía», como han bautizado al fenómeno los medios chinos.
Las apenas primeras cien copias del nuevo libro, «Our Jing Ke» («Nuestro Jing Ke»), desaparecieron hoy en un abrir y cerrar de ojos de las estanterías de una librería pequinesa, mientras al menos 200.000 continúan en la imprenta y ya ha habido más de 5.000 peticiones a través de internet.
«Después de que Mo ganara el Nobel, vendemos más de mil libros suyos cada día», dijeron a Efe desde la compañía Beijing Genuine and Profound Culture Development, encargada en exclusiva tanto de la difusión del libro como de la posible adaptación de sus obras a la gran pantalla, para lo que ya han recibido dos ofertas.
El tirón del Nobel hizo que la editorial adelantase su salida al mercado y que, para abarcar la creciente demanda, dé también la posibilidad de adquirirlo a través de algunas de las principales páginas web chinas de venta de libros.
De hecho, en la portada aparece el logotipo del premio y una ilustración que reza: «Escrito por el primer ganador chino de un Nobel de Literatura, Mo Yan», olvidando el mismo galardón que en 2000 recibió el escritor nacido en el país asiático pero nacionalizado francés Gao Xingjian, y que China no reconoce.
El libro reúne tres obras, «Farewell to my Concubine» («Despedida a mi concubina»), «Wife of Boiler Worker» («La esposa del fontanero») y «To Write with a Focus on People» («Escribir con la atención puesta en la gente»).
Las dos primeras son cuentos de amor desarrollados en momentos concretos de la historia china y la tercera versa sobre un grupo de jóvenes de la ciudad que son enviados a campos de reeducación durante la Revolución Cultural (1966-1976), como a él le sucedió.
Mientras en la capital la población china -hasta el Nobel poco conocedora de la obra del laureado- se muestra ávida por conocer la obra de Mo, éste continúa apartado de los grandes focos y mantiene su teléfono desconectado, según pudo comprobar Efe.
El escritor, de 57 años, conserva de momento la actitud austera que le llevó a confesar, minutos después de ganar el galardón, que sólo quería «estar en el campo» con su familia y que lo celebraría comiendo los tradicionales «baozis», una especie de buñuelo relleno de carne muy típico en China.
Algunos diarios nacionales apuntaron hoy que Mo ha rechazado suculentos regalos -entre ellos un Ferrari- por parte de un estrambótico filántropo, y la agencia China News asegura que el escritor «va a utilizar el dinero del premio en comprar una casa nueva», según dijo su esposa a este medio.
El hogar actual de Mo Yan (seudónimo que quiere decir «No hables»), donde supuestamente sigue refugiándose de la vorágine del Nobel, aloja a tres generaciones de la familia en sus apenas cien metros cuadrados.
Pekín, 17 oct (EFE)