Dos años después de la muerte de Miguel Delibes, que se cumplen mañana, la figura del Premio Cervantes de 1993 viajará de nuevo a Nueva York para reforzar la proyección internacional de su ideario literario.
La presentación en Nueva York de la fundación que lleva su nombre, el próximo 4 de mayo, será el motivo de este regreso «espiritual» de Delibes a la ciudad de los rascacielos, 37 años después del viaje que realizó en compañía de esposa, Ángeles de Castro, y nueve más tarde del congreso que dedicó a su obra la universidad de la urbe estadounidense.
Los numerosos homenajes tributados a Delibes tras su muerte han sedimentado en un esfuerzo colectivo, canalizado por la fundación que lleva su nombre, para preservar y reforzar la proyección internacional de su ideario vital y literario.
«Toda mi vida la he vivido a su lado. Le echo de menos una barbaridad, pero también me he dado cuenta de que quiero olvidar estos dos últimos años. Solamente quiero recordar al otro Miguel Delibes», ha asegurado hoy a Efe Elisa Delibes, hija del autor y presidenta de la fundación que gestiona el legado del novelista.
Poco a poco «lo vamos logrando», ha añadido en referencia al aluvión de homenajes académicos y populares que durante estos veinticuatro meses apenas ha permitido a la familia poner en marcha una fundación «que no ha nacido en el mejor momento económico».
«Todos estamos haciendo lo imposible y las cosas parece que no van mal, ya que su figura se sigue recordando», ha añadido acerca del empeño mancomunado de instituciones y entidades como la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad de Valladolid, más la editorial Destino, que vertebran esa entidad.
Además de la presentación en Nueva York de la Fundación Miguel Delibes, están en cartera la apertura de una sede y la construcción de una página web de carácter enciclopédico y con pretensiones de referencia sobre el novelista vallisoletano, son algunos de los «resultados fructíferos» de esa labor, según ha explicado a Efe la consejera de Cultura de Castilla y León, Alicia García.
«Tenemos una tarea fundamental por delante, que es la de trabajar con intensidad en el afán de conservar su obra y su figura: el legado más importante que nos dejó», ha agregado.
El «mejor de los homenajes» que se le puede hacer tanto a él como a la cultura en general, ha insistido, es el de proteger su herencia, conservarla y al mismo tiempo ponerla a disposición de todo el que quiera acceder a la misma, para lo cual la Junta de Castilla y León prestará apoyo técnico y económico.
La inminente apertura de una sede, cedida y acomodada por el Ayuntamiento de Valladolid, «nos confiere una presencia y una visibilidad en la ciudad» que se multiplicará a través de una página web, en fase de construcción, «un referente en todo lo que tenga que ver con Miguel Delibes», ha precisado por su parte el gerente de la fundación, Alfonso León.
Todas estas actuaciones demuestran, a juicio del alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, que aquel multitudinario fervor espontáneo y popular que envolvió las horas siguientes al fallecimiento del autor de «Las ratas» no fue algo circunstancial, sino la expresión de una admiración ahora canalizada por la Fundación Miguel Delibes, que sigue «dando pasos» para perpetuar su memoria y preservar los valores que siempre defendió.
El novelista y académico «se confirma así como nuestro gran clásico popular», ha manifestado a Efe Emili Rosales, director editorial de Destino, la casa que publicó casi toda la obra de Delibes y que estos dos años ha reeditado y renovado todo ese fondo «con una calurosa respuesta», asegura, por parte de los lectores.
La reciente publicación de una biografía intelectual de Delibes, por parte de Destino y que ha firmado Ramón Buckley, significa en opinión de Rosales «una nueva consideración del papel que desempeñó en la literatura española y europea» que acredita «la vigencia intelectual y popular de su obra», la de una «figura única».
El último reconocimiento público ha sido el tributado por la Universidad de Valladolid, el pasado 1 de marzo, al bautizar con el nombre del literato el salón de grados de la Escuela de Empresariales, heredera de la antigua Escuela de Comercio de la que Delibes fue catedrático de Derecho Mercantil durante más de un cuarto de siglo y donde también impartió clases su padre, Adolfo Delibes.
Valladolid, 11 mar (Roberto Jiménez / EFE)