LA HABANA, 19 ago. (ANDREA RODRIGUEZ | AP)
Tras décadas de ausencia de la comunidad intelectual cubana en la isla, el fallecido narrador Guillermo Cabrera Infante, un exiliado y fuerte opositor a la revolución cubana, volvió gracias a un ensayo sobre su obra publicado por una organización de escritores con vínculos oficiales.
«No es un alegato ni a favor ni en contra» de Cabrera Infante, dijo Elizabeth Mirabal, quien junto a Carlos Velazco presentó el jueves «Sobre los Pasos del Cronista», que indaga en la vida del escritor hasta 1965, cuando se marchó de Cuba.
Cabrera Infante formó parte del llamado «boom» de la literatura latinoamericana de mediados del siglo XX y dos de sus novelas son consideradas clásicas: «Tres tristes tigres» (1965) y «La Habana para un infante difunto» (1979). El escritor también publicó varios volúmenes de cuentos, crónicas y crítica cinematográficas, entre otros.
El libro de Mirabal y Velazco recibió el premio de ensayo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que agrupa a lo más selecto de los creadores isleños y tiene vínculos con el gobierno, el cual fue blanco de las críticas más duras de Cabrera Infante en su vida.
«Sobre los pasos…» hace un recorrido por la juventud del escritor, sus inicios en la literatura y su trabajo a favor de la revolución, con la que luego rompería.
La contratapa del ensayo (cuya primera edición constó de 1.500 ejemplares) señala la importancia de «rescatar un nombre, el de uno de los más grandes escritores de la literatura nacional».
«Recuperar memoria es un acto de justicia para con la persona y su acción, un ejercicio de salud que mejora nuestra compresión del pasado», agrega el texto.
Durante la presentación estuvieron presentes algunos de los amigos y colegas de Cabrera Infante en su etapa habanera, al igual que el escritor Antón Arrufat, que durante años fue marginado pero que no abandonó la isla; y su primera esposa, Martha Calvo.
Los veinteañeros Mirabal y Velazco son egresados recientes de la carrera de periodismo de la Universidad de La Habana e hicieron su tesis sobre Cabrera Infante.
Nacido en 1929, Cabrera Infante falleció en el exilio en 2005.
Cuando se supo de su deceso no hubo comentarios por parte de las autoridades de la isla o sus dirigentes del sector cultural. El sitio de internet de Casa de las Américas, ligado al gobierno, dio a conocer la noticia lamentando «la obsesión fanática en que se convirtió su posición política contra la Revolución cubana», que incluso llevó «a prohibir la publicación de su obra» en la isla.