La novelista Carme Riera se ha convertido hoy, a sus 64 años, en la sexta mujer académica de la Lengua, tras haber resultado elegida en la tercera ronda de votaciones para ocupar el sillón «n», vacante desde la muerte de Valentín García Yebra en diciembre de 2010
La elección de Riera, que competía por ese sillón con la poeta malagueña María Victoria Atencia, servirá para reforzar la escasa presencia de mujeres en la RAE, que sólo contaba con cinco hasta ahora: Ana María Matute, Carmen Iglesias, Margarita Salas, Inés Fernández Ordóñez y Soledad Puértolas.
La satisfacción era clara entre los miembros de la Academia, 26 de los cuales asistieron hoy a la sesión plenaria, entre ellos Mario Vargas Llosa, Carmen Iglesias, Luis Goytisolo, José Antonio Pascual, José Luis Sampedro, Francisco Rico Pere Gimferrer, Soledad Puértolas, Emilio Lledó e Inés Fernández Ordóñez.
El secretario de la Academia, Darío Villanueva, fue el primero en comunicar a los periodistas el resultado de las votaciones y en contar que había habido siete votos por correo, «que solo computan en la primera votación».
«En tercera votación ha habido fumata blanca», dijo sonriente Villanueva, visiblemente satisfecho por que el sillón «n» no hubiera quedado vacante. «El resultado ha sido holgado», afirmó.
Aunque Villanueva prefirió no dar el número de votos, fuentes consultadas por Efe señalaron que Riera sacó 17, Atencia logró 11 y hubo también un voto en blanco.
«Hubiera sido muy triste que la plaza hubiera quedado vacía», dijo el director de la RAE, José Manuel Blecua, que conoce a Carme Riera «de toda la vida».
Han sido compañeros del mismo departamento de la Universidad Autónoma de Barcelona durante años y él es un gran admirador de su obra literaria, que sigue desde sus primeras novelas.
Como subrayó Darío Villanueva, la nueva académica es una gran estudiosa de la literatura española y ha trabajado «fundamentalmente» sobre la poesía del Siglo de Oro, pero también sobre el Quijote, al que ha dedicado un estudio «muy significativo», «El Quijote desde el nacionalismo catalán».
Riera es también experta en literatura contemporánea y en la llamada escuela de Barcelona, a la que pertenecían Gil de Biedma, Carlos Barral y José Agustín Goytisolo.
Por lo tanto, la Academia recibe hoy a «una estudiosa de la literatura española y a una escritora en lengua catalana y en castellano». El ser una escritora bilingüe es un valor añadido para la RAE.
La otra candidata, María Victoria Atencia, también «es magnífica», pero al haber dos candidatas, una tiene que quedarse fuera, señaló el secretario.
El hecho de que se incorpore una nueva mujer a la Academia produce «satisfacción» en esta institución, en la que han entrado en los últimos dos años Inés Fernández Ordóñez, que asistió a la sesión de hoy, y Soledad Puértolas.
«Más que mirar hacia atrás tenemos que mirar al presente y hacia adelante», añadió el secretario.
Carmen Iglesias, firmante de la candidatura de Riera junto con Pere Gimferrer y Álvaro Pombo, aseguró que, para la Academia Española la elección de la escritora catalana «es una adquisición estupenda».
«Es una buena escritora, una gran profesora, escribe en catalán y en español y, además, es una gran persona», subrayó Iglesias, quien se refirió al hecho de que la elegida sea una mujer y que haya entrado por sus méritos. «Las cuotas son muy malas», dijo.
Riera se mostró hoy convencida, en una entrevista con EFE, de que la Real Academia Española «no debe funcionar por cuotas», aunque ella sí está a favor de que las instituciones «se abran a las mujeres que tengan cosas que aportar» y, en el campo de la literatura, «hay muchas en este país».
«No estoy a favor de las cuotas porque tampoco me gustaría que algún día me dijeran que entré por ellas», afirmó Riera, que consideró «un honor enorme» haber resultado elegida y dijo que María Victoria Atencia, la otra candidata al sillón «n», «es una persona estupenda y una gran poeta».
A la nueva académica le preocupan «mucho» los recortes que están aplicando a la investigación y a la educación. «Entendemos que es un momento de crisis, pero creo que habría que recortar en otros presupuestos antes que en Educación e Investigación, porque son un rédito para el futuro».
«Somos un país prácticamente de servicios. Si no tratamos de ser punteros en aspectos como puede ser la investigación, nos vamos al garete», asegura.
Madrid, 19 abr (EFE)