El Nobel de Literatura premió este año a la canadiense Alice Munro, considerada una «maestra del relato breve contemporáneo», según el fallo difundido en Estocolmo por la Academia Sueca.
Munro sonaba desde hacía años como una de las candidatas de peso al prestigioso premio, aunque esta vez el principal favorito en las apuestas era, de nuevo, el japonés Haruki Murakami.
Su estilo claro y el realismo psicológico de sus obras han motivado que algunos críticos la llamen «la Chéjov canadiense», una comparación a la que también aludió el secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, pocos minutos después de anunciar el premio en el edificio de la Bolsa de Estocolmo.
Ese «arte de la perfección» narrativa al que aludió England en declaraciones a la televisión pública sueca se plasma en relatos que suelen estar ambientados en pequeñas ciudades, donde la lucha por unas condiciones de vida aceptables resulta a veces en relaciones tensas y en conflictos morales.
Sus cuentos suelen incluir también descripciones de hechos cotidianos pero a la vez decisivos, lo que la Academia Sueca califica de «especie de epifanías que arrojan luz sobre la narración que las rodea y permiten que cuestiones existenciales aparezcan de repente como iluminadas por la luz de un relámpago».
Munro es la décimo tercera mujer que gana el Nobel de Literatura -la anterior fue la rumanoalemana Herta Müller-, y la primera fémina galardonada con un Nobel desde 2011, ya que en la edición del año pasado y en las tres primeras categorías falladas en 2013 solo habían ganado hombres.
Nacida en 1931 en Wingham (Canadá), Munro comenzó a estudiar Periodismo e Inglés en la Universidad del Oeste de Ontario, pero lo dejó al casarse en 1951, y luego se estableció con su esposo en Victoria, en la Columbia Británica, donde abrieron una librería.
Aunque había comenzado a escribir relatos de adolescente, no publicó su primer libro hasta 1968, con la colección «Dance of the Happy Shades», que fue bien recibida en su país.
Tres años después salió «Lives of Girls and Women» (La vida de las mujeres), considerada su novela de iniciación.
A lo largo de los años ha seguido publicando varias colecciones de relatos como «The Moons of Jupiter» (Las lunas de Júpiter), «Runaway» (Escapada) o «The View from Castle Rock» (La vista desde Castle Rock).
La última obra publicada de la autora canadiense es «Dear Life» (2012) (Mi vida querida).
El triunfo de Munro pone de manifiesto el dominio en el Nobel de la literatura en lengua inglesa, que no era galardonada desde 2007 con la británica Doris Lessing: nueve de los veinticinco últimos galardonados usaban este idioma para escribir.
En ese mismo período, han sido premiados por ejemplo tres autores hispanos -Camilo José Cela, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa-, tres en lengua alemana -Günter Grass, Elfriede Jelinek, Herta Müller- y dos chinos -Gao Xingjian, Mo Yan- por uno solo en francés -Jean-Marie Gustave Le Clézio- y en portugués -José Saramago-.
El Nobel de Literatura, que el año pasado obtuvo el chino Mo Yan, está dotado con ocho millones de coronas suecas (922.000 euros o 1,3 millones de dólares), al igual que el resto de galardones.
La ronda de ganadores de los Nobel continuará mañana con el de la Paz, otro de los que más expectativas genera y para el que suena por encima de todos la paquistaní Malala Yousafzai, aunque entre los candidatos más nombrados figuran también el médico congoleño Denis Mukwege y el obispo mexicano José Raúl Vera López.
Copenhague, 10 oct (EFE)