La concesión del Premio Cervantes al poeta chileno Nicanor Parra fue recibida hoy con júbilo por la delegación de Chile en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y también por escritores de otros países que asisten a este gran encuentro cultural.
«Siento una alegría inmensa. He sobrevivido toda mi vida a la sombra y a la luz de la poesía de Nicanor Parra, un creador genial, original, que le ha sacado resplandores nuevos al idioma español, de una manera muy mestiza, irónica y lúcida», dijo a Efe un exultante Antonio Skármeta, que hoy es uno de los protagonistas de la FIL.
La alegría se palpaba en el pabellón chileno de la feria, donde se hicieron una foto de familia Skármeta, Arturo Fontaine y otros miembros de la delegación, acompañados por la directora de la Feria, Nubia Macías. Chile es el país invitado de 2012 en esta feria y el Cervantes es como un aperitivo sabroso.
Skármeta, uno de los escritores chilenos más premiados y traducidos (su libro «El cartero de Neruda» está publicado en 30 lenguas), aseguró que el Premio Cervantes «le hace justicia a una empresa de una envergadura notable», como es la de Parra.
«Es un premio muy merecido y a mí me produce una felicidad enorme», dijo el novelista chileno, cuyo libro «El baile de la victoria», Premio Planeta, está dedicado a Nicanor Parra.
La poesía del nuevo Premio Cervantes «tiene muchas facetas, muchos rostros, no se puede tipificar solamente con la antipoesía. La poesía anterior que escribió tiene muchos elementos de una serena, estoica sentimentalidad».
«Es un poeta que optó por un camino lúcido, agresivo, encantador, que privilegió la inteligencia del humor sobre otros aspectos», señaló Skármeta.
Otro escritor chileno, Arturo Fontaine, no duda de que «es un gran día para la poesía de toda la lengua, porque Nicanor Parra ha sido un gran renovador de la lengua».
Parra «tuvo éxito» a mediados de los 60 traducido al inglés, «lo cual demuestra que es una poesía que viaja, y no toda la poesía lo hace», añadió Fontaine, para quien el Cervantes «es también un premio a la valentía, porque él apostó por una forma de entender la poesía muy novedosa en este momento, muy diferente».
«Es una poética que busca encontrar en el lenguaje común giros que, descontextualizados, sacados de donde están, logran crear una belleza nueva», aseveró Fontaine.
«Hay un absurdo existencial, una comicidad muy inteligente, siempre muy nueva que hace de la poesía de Nicanor algo profundamente humano», afirmó Fontaine, quien también aludió a la «enorme alegría» que hay en Chile porque Parra, «además de ser un gran poeta, es un ser humano en su conversación, en su amistad, que de alguna manera es un continuo con su poesía».
Nubia Macías, directora de la FIL, mostró también su felicidad por este premio a Parra, a quien conoció hace veinte años, cuando la FIL le entregó el primer premio Juan Rulfo.
En aquella ocasión, Parra dijo que si con el Juan Rulfo se trataba de «premiar el silencio», nadie había hecho «más méritos» que él, porque es «el menos prolífico de todos» y pasa «años de años» sin publicar nada.
Según Macías, Chile es el invitado de honor el próximo año y «es una coincidencia muy grata». «Que festejemos las letras y la literatura y que le hayan dado el Cervantes a un poeta tan importante como Parra, siempre es motivo de alegría», agregó.
El peruano Fernando Iwasaki, afincado en Sevilla (España), era otro de los que también se alegró de que, por fin, se le haya concedido el Cervantes a Parra, que, «probablemente, le está llegando en los últimos momentos de su vida». «Es una cuestión de justicia», dijo.
«Siento que es un premio que no solo lo recibe Nicanor Parra, sino que la cultura chilena en general», aseguró Iwasaki, para quien la antipoesía del premiado está vigente «y sigue viva en autores que siguen escribiendo en el perfume en que él lo hizo», agregó Iwasaki.
El novelista y cuentista español Marcos Giralt Torrente, Premio Nacional de Narrativa 2011, también opina que «es un premio muy merecido para un poeta muy singular».
«Es un poeta vanguardista, y a veces está bien darle estos premios a las vanguardias», dijo Giralt Torrente.
Boris Izaguirre, escritor venezolano residente en Madrid que presenta su novela «Dos monstruos juntos» en la FIL, también se sumó «a la alegría» que ha causado este premio, que -dijo- «podían haberle dado hace 25 ó 50 años».
«Es un gran poeta que ha roto tantos moldes y que ha abierto tantas visiones hacia la literatura», que se merecía de verdad este premio, aseguró Izaguirre.
«Creo que en realidad hay que darle la enhorabuena al Premio Cervantes, y no solo a Parra», concluyó Izaguirre.
Guadalajara (México), 1 dic (EFE)