Se trata de una sencilla novela en la que se nos cuenta, desde el punto de vista de una niña de once años, un importante cambio en el mundo, la ralentización. Lo que ocurre es que
la Tierra empieza a rotar más despacio y los días empiezan a duran más horas. Esto va desestabilizando cada vez más la vida en la planeta, pues también cambia la fuerza de la gravedad, y cada vez esto va teniendo consecuencias más graves. Empieza también a haber una diferenciación entre los que se siguen rigiendo por el reloj (ya no se rigen por las horas de luz y oscuridad) y los que se rigen por la hora natural (respetando días y noches). En medio de esto Julia, tiene que seguir creciendo, seguir viviendo, con sus propias tragedias derivadas de su timidez e impopularidad, lo que hace que se vaya encontrando cada vez más sola en medio de sus compañeros. Algo que me hizo también mucha gracia leer es la típica actitud humana absurda ante los desastres. En resumen recomiendo el libro para pasar un rato entretenido como una lectura ligera.
hace 12 años
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