Pedro fue siempre un tío raro, un perro verde. Ahora tiene ochenta y siete años, vive solo y no teme a la muerte, pero le aterra perder la cabeza. Su doctora de cabecera, QUE LE HABLA CON MAYUSCULAS CREYENDO QUE ES SORDO, le aconseja ejercitar la memoria con una grabadora. Tras captar por accidente...