A Lolita, Freddy Mercury le cantaba entre ollas y sartenes. Tras extenuantes noches de trabajo, Pepa y Catalina veían amanecer desde la terraza de su restaurante. Maria observaba desde la cocina cómo a las mujeres en la Ibiza de los 70 aún les costaba entrar solas en un bar. A Catalina le hacía feliz que pidieran "un arroz de los suyos". Margalida se encontró un día sola ante los fogones. La primera vez que Pepa sirvió cuinat, se quedó sin siquiera un plato para su familia. Hasta quince horas llegaba a pasar Catalina al mando de los fuegos. Las abuelas de Marga alimentaron, desde muy pequeña, su pasión por la cocina. Cuando Vicky cambió el quirófano por el restaurante no pensó que fuera para siempre. De niña, Lina ya les pedía a los Reyes Magos una cocina.Estas once mujeres han pasado décadas entre fogones. Aquí están sus vidas. Y algunas de sus recetas.