Este volumen propone una visión del trabajo del fotógrafo catalán Francesc Catalá-Roca durante la década de los cincuenta. Partiendo de sendos libros dedicados en 1955 a Barcelona –su ciudad de residencia– y a Madrid, el catálogo indaga en su mirada sobre el mundo que le rodea, caracterizada por su sabiduría a la hora de conciliar el idioma de las vanguardias fotográficas y la visión del peatón de las ciudades. Juan Manuel Bonet hace una lectura del Català-Roca de los años cincuenta, Enrique Vila-Matas, se centra en la Barcelona de la época, y Andrés Trapiello, en Madrid. Gran parte de las fotografías que lo componen no habían vuelto a ser publicadas desde su fecha de realización.