Fue necesaria la glasnost para que los recuerdos autobiográficos de Lev E. Razgón pudieran ver la luz en 1987, pero desde entonces se convirtieron en una pieza imprescindible de la literatura del Gulag, reconocida al lado de las obras de Evgenia Ginzburg, Shalamov o Solzhenitsin. A diferencia de ést...