¿Qué lleva a un hombre asentado, con reputación y felizmente casado a suicidarse a martillazos en su propio estudio? Esa fue la pregunta que me asaltó cuando encontré a mi buen amigo Aduriz Erte, periodista e investigador de los misterios de la arqueología y la historia, con la cabeza abierta en med...