El libro definitivo de Aquí no hay quien viva solo podría resumirse en palabras del gran Juan Cuesta, presidente de esta nuestra comunidad: «¡Qué follón!»
Alberto Caballero: Querían que no funcionara. Pensaron: «Que estos gilipollas emitan cinco, que están firmados por contrato, y que se vayan a la mierda».
Loles León: «Ya lo decía el título: Aquí no hay quien viva. Y efectivamente, ahí no había quien viviera».
Fue la serie española más vista de la década de los 2000. Sus audiencias millonarias la convirtieron en la gallina de los huevos de oro. En cuestión de meses, los actores pasaron a tener las caras más conocidas del país. Dos décadas después sigue siendo un éxito en redes sociales y plataformas de streaming, gracias en parte a su capacidad para conquistar a cada nueva generación. Lo de Aquí no hay quien viva es único en la historia de la televisión española.
Todo ello tiene aún más mérito cuando uno sabe cómo se hizo. Fue una apuesta en la que casi nadie creía, producida por el controvertido José Luis Moreno y creada y capitaneada por sus sobrinos, los por entonces inexpertos Alberto y Laura Caballero. La producción fue un caos diario en el que equipo técnico y reparto trabajaban a contrarreloj, y en jornadas interminables, para entregar a tiempo el episodio cada semana. Esta es la historia de un milagro televisivo, contada en palabras de los protagonistas. Este libro es la reconstrucción de tres años (¡solo tres años!) increíbles a través de más de medio centenar de entrevistas con las personas que los vivieron, de Fernando Tejero y Malena Alterio a los guionistas, pasando por técnicos y familiares.