Breve, directo, y muy interesante tesis.
hace 3 añosEste es uno de los libros más inteligentes y divertidos que se hayan escrito nunca. Parodia del divertissement dieciochesco, juega con la paradoja y el absurdo para construir una auténtica metodología del ridículo. En la primera de las dos partes de que consta el libro, Cipolla razona con una argumentación paródica de los estudios de historia económica más sesudos y utiliza, con aparente seriedad, fórmulas cliométricas deliciosamente absurdas para llegar a las más estrafalarias relaciones de causa a efecto. En la segunda parte se usa un modelo matemático parecido a los de la sociología para enunciar las «Leyes fundamentales de la estupidez humana», que demuestran cuán abundante es el número de estúpidos que nos rodean y cuán grande es su poder. Sólo que al terminar de leer este libro breve, divertido y explosivo nos asalta una duda: lo que hemos leído ¿era sólo una inocente parodia o hay que tomarlo como una advertencia acerca de la deshumanización y vaciedad de mucho de lo que se enseña en nuestras universidades e instituciones académicas?
Breve, directo, y muy interesante tesis.
hace 3 añosDel mismo modo que la obra consta de dos partes, su título - Allegro ma non troppo - tiene doble interpretación: "alegre pero no demasiado", o bien "rápido pero no demasiado". La segunda parte, el segundo ensayo, es un análisis brillante sobre la estupidez desde una óptica económica, en términos de beneficios y costes. Suele decirse que en la ignorancia está la felicidad, y es cierto. Pero el estúpido, aun siendo más feliz, nunca podrá ser feliz del mismo modo en que puede serlo un individuo inteligente. El estúpido nunca podrá disfrutar tanto como lo hace el inteligente del buen cine, la buena música, un buen libro o un bello paisaje: alegre sí, pero no demasiado. El primer ensayo no me parece tan bueno, pero es igualmente divertido. Nos narra algunos hitos de la historia de la humanidad en los que, según el análisis del autor, la pimienta juega un papel decisivo. Solo hay que echar un vistazo a nuestra historia para ver que somos una especie singular, que ha vivido muchas experiencias y ha logrado muchas cosas. ¡Nadie puede negarnos el mérito! Hemos avanzado mucho, hemos aprendido rápido. ¡Ey! ¡Pero no demasiado! Después de tanto tiempo que hace que bajamos de los árboles, seguimos siendo, en esencia, unos estúpidos.
hace 6 años