Y no sabíamos que la que estaba enfrente era compañera de trinchera. Que será ella quién, sin conocerme, salga a la calle a dejarse la voz por mí. Que será ella quien camine a mi lado cuando, aunque me de rabia reconocerlo, sienta terror al caminar sola de noche. Individualizadas y en constante competición nos tenían ocupadas. Pero estamos más despiertas que nunca. Edad recomendada: Juvenil.