Sin duda, uno de los grandes descubrimientos del año. Trata sobre un chico superdotado de 12 años que decide atravesar el país desde su rancho de Montana para aceptar un premio del Smithsonian por su trabajo como ilustrador y cartógrafo, a pesar de que la institución cree que se trata de un adulto y no de un niño. A pesar de que el comienzo puede resultar un poco difícil (el chaval, al ser superdotado, me recuerda un poco a la niña de "La elegancia del erizo", por su forma de expresarse), según va avanzando se convierte en una historia muy interesante y difícil de clasificar. El viaje le permite no sólo descubrir un mundo muy alejado de su entorno, sino reflexionar sobre su particular familia, incluyendo un descubrimiento sobre su primera antepasada científica. Escrito de una forma que cada vez se vuelve más amena y en forma de cuaderno (los márgenes del libro están llenos de dibujos y comentarios del protagonista, a la manera en que el chico describe su propio trabajo), "Las obras escogidas de T.S. Spivet" parece una revisión optimista de "El guardián entre el centeno" y comparte el espíritu aventurero de los famosos personajes de Mark Twain: Tom Sawyer y Huck Finn. Una historia que, como los grandes clásicos, utiliza el viaje como descubrimiento personal, desde la perspectiva de un peculiar e inolvidable protagonista. Su viaje en tren recuerda a aquellos vagabundos que en los años 30 recorrían buscando separarse de su propio pasado, un poco a la manera de este chico que siente que no encaja totalmente en la vida del rancho. Los cuadernos y los mapas, que constituyen la vocación vital de T.S. Spivet, son un ejemplo de la curiosidad insaciable del niño y su deseo de encajar y entender el mundo que le rodea. Original y emotiva, es el magnífico debut de su autor, Leif Larsen.
hace 12 años