Philip Roth, un excelente escritor que nunca decepciona, siempre tiene algo interesante que contar. Esta novela es una de las mas famosas del autor, aunque puede que tenga otras mejores. Me ha recordado mucho al cine de Woody Allen, a aquellas comedias neuróticas de los inicios del director que contenían muchos elementos autobiográficos, las que trataban asuntos judíos. Aquella famosa frase de Woody (“Lo mejor que te pueden decir en la vida no es ‘Te quiero’ sino ‘Es benigno’.”) parece inspirada por este libro. Portnoy también está lleno de neuras causadas por su educación en una familia judía, me da la impresión que es un exagerado, que no es para tanto, que no hay nada traumático en la infancia de Portnoy, nada que justifique que sea un adicto al sexo. Hablando de sexo, me ha gustado que se narren, con humor pero sin eufemismos o hipócritas remilgos, escenas de masturbación y sexo explícito. El día en que se vean con total naturalidad los impulsos sexuales, tanto de hombres como de mujeres, algo habremos ganado como especie.
hace 6 años