«¡Tú eres el pequeño Leyson!» Estas fueron las palabras de Oskar Schindler cuando, en 1965, volvió a encontrarse con el número 289 de su lista en Los Ángeles. En aquel momento, la hazaña del empresario alemán no era conocida en todo el mundo. Pero la alegría de ver a su protegido más joven, tantos a...