El libro de Chil Rajchman no tiene valor literario sino testimonial pero es que es de eso de lo que se trata ,de darnos a conocer de modo conciso pero muy explícito todo lo que vivió en Treblinka. Me ha llamado la atención el tipo de discurso rotundo, preciso y como falto de sentimiento que utiliza. En la segunda parte “El infierno de Treblinka", Grossman nos habla de la ideología que sustentaba la existencia de los campos ,de los testigos y los testimonios que se reunieron y a la vez intercala algunos detalles de las atrocidades que se cometieron. En conjunto es un libro es muy duro, directo, cruel y terrible por eso hay que leerlo, para no olvidar .
hace 4 años