Nochevieja de 1957. Artistas españoles viajan a Sidi Ifni para animar a las tropas sitiadas y el cómico Miguel Gila acaba involucrado en un crimen, una sórdida trama de venganzas, sexo y tráfico de kif que implica a un joven alférez enamorado, a la hija de un héroe de guerra, a un viejo legionario y a un desertor estadounidense que practica surf. Gila reconocerá allí el mismo humor negro de sus monólogos bélicos, ese olor a pólvora del absurdo que es también el aroma de la derrota y de la guerra civil.
Más allá de los géneros, David Torres se adentra en el desierto de las emociones humanas, en las encrucijadas del salvajismo y la civilización, con una novela que quiere ser también «un homenaje a los combatientes que no tienen nombre ni voz, los anónimos figurantes que nadie ve y que son los buenos soldados de esta historia».