Reconozco que lo onírico no es mi fuerte. Solo trabajos de una calidad literaria incuestionable como los de Rulfo, García Márquez o Haruki Murakami han conseguido embrujarme o conmoverme. Lánguida, tibia, monótona, endeble... La narrativa de Clara Sánchez nunca termina de explotar. Con "Presentimientos", son ya seis las novelas que he leído de esta autora, y al final, siempre me ha quedado la misma sensación: La de que algo no encaja, que no termina de funcionar. Aunque la acompañe el reconocimiento mayoritario de la crítica, los premios literarios y las ventas, sus libros mueren antes de llegar a la orilla, salpicados por las espumosas olas del mar.
hace 7 años