La historia de Ariel, la hija del rey de los océanos, es sobre cómo perder –y encontrar– nuestra voz. Ha sido contada muchas veces de muchas maneras. Pero la sirena siempre quiere más de lo que su mundo puede ofrecer, y su padre exige que viva dentro de los límites del reino. Su rebeldía le cuesta la voz y por poco el alma. Pero el poder del bien triunfa y Ariel emerge orgullosa y transformada. Pero esta es sólo la mitad de la historia. ¿Qué pasa con la némesis de Ariel, Úrsula, la bruja del mar? ¿Qué la llevó a ser tan retorcida, tan despreciable y tan llena de odio? Muchos han intentado explicar sus motivos. Esta es sólo una versión de lo que pudo haber pasado para convertir a la bruja del mar y en una odiosa y pobre alma en desgracia. El mal se forma en ti, no se nace con él.