Pies descalzos no muestra solo los efectos de la bomba atómica sino que pone encima de la mesa los dilemas éticos a los que debe enfrentarse una familia que solo ansía vivir en paz en el marco de una cultura conservadora y entregada a una causa bélica. La historia de Gen es la historia de un superviviente de la bomba atómica. Su mirada es la de un niño de seis años que apenas comprende por qué su mundo se ha convertido en un infierno. Su testimonio da fe del sufrimiento de los que, como él, lo perdieron casi todo: la vivienda, las pertenencias, la belleza, los seres queridos. Sin embargo, en una ciudad donde solo parece haber lugar para el desaliento, Gen posee algo que lo hace muy especial: la esperanza en un futuro mejor. Pies descalzos es una oda a todos aquellos que sobrevivieron, un canto a la vida y un recordatorio de los horrores que los seres humanos son capaces de provocar. Pies descalzos es el Maus japonés antes de Spiegelman, el Paracuellos nipón antes de Giménez.