Alma, para superar la tristeza que le ha supuesto su ruptura sentimental y el bache profesional por el que está pasando, acepta la invitación de su amiga Delia para visitarla en la República Dominicana, lugar donde reside desde que se casó con un multimillonario mucho mayor que ella. En la lujosa hacienda de su amiga conoce a Hans, el atractivo capataz de la finca y aunque Alma no es consciente de haber hecho nada malo, se da cuenta de que ese rudo norteamericano la mira con mucho recelo aunque Alma, lejos de intimidarse, le planta cara y finalmente consigue ganarse el respeto de Hans. Durante su estancia en la finca se siente agasajada por Augusto, el hijastro de Delia, pero Alma está demasiado preocupada por su amiga, a la que nota muy cambiada desde la última vez que estuvieron juntas, y por los trabajadores de la plantación, que viven en condiciones de extrema pobreza. Siempre que me estreno con una autora la expectación sobre esa lectura es doble: por un lado tengo curiosidad por saber si la historia en cuestión me gustará y por otra parte, me intriga descubrir su estilo narrativo. En esta ocasión, y a pesar de que la historia está narrada en primera persona (que no es mi estilo favorito), me ha gustado mucho la facilidad con la que Maria José Tirado nos describe todos los preciosos escenarios donde se ubica la historia y cómo nos hace partícipe de los sentimientos de sus protagonistas. Ha sabido jugar muy bien "al despiste" con los personajes secundarios, logrando crear situaciones sorprendentes y giros inesperados que le darán un buen toque de intriga y emoción a la historia, ya que nadie en esa Hacienda es la persona que aparenta ser.... La relación entre Alma y Hans es explosiva, emana una gran dosis de sensualidad y erotismo que prevalece bastante, en mi opinión, sobre la parte romántica. Quizás hay un exceso de escenas de sexo -en algún momento me he planteado si no estaba ante una novela erótica- pero están narradas de una forma muy natural y con buen gusto. La mala hostia en esta historia viene de la mano de la propia protagonista (menudo carácter que tiene!) y de los golpes de humor se encargan la madre y la hermana de Alma, con las que me he divertido de lo lindo. Hans es un personaje con una marcada personalidad: rudo, salvaje, emana seguridad por todos los poros de su piel y al final, acaba conquistando tu corazón. La trama en sí es bastante sencilla, pero tiene algo especial que te mantiene enganchada a sus páginas, por lo que se lee de forma muy rápida. Otro de los puntos fuertes de esta novela son las breves pero concisas pinceladas que nos da sobre la producción tabaquera, y la sutil crítica que hace de una sociedad demasiado jerarquizada y en la que la desigualdad entre las diferentes clases sociales es demasiado evidente. Lujos, miserias, traiciones, intrigas y mucha pasión, son algunos de los ingredientes que os encontraréis si decidiis perderos entre sus páginas.
hace 6 años