Resumen

Las experiencias religiosas de la familia del autor eran, como mínimo, tenues. Su hermano filósofo, Jonathan Barnes, después de ir a un par de servicios religiosos recuerda haberse sentido como un «niño antropólogo entre antropófagos». Julian Barnes tampoco cree en Dios, pero dice que le echa de menos. Y así comienza esta irónica y divertida memoria familiar –con vívidos retratos de sus abuelos, sus padres, y su hermano filósofo, pero también de los escritores que le acompañan cada día–, una meditación sobre nuestra condición de mortales y una intensa celebración del arte y la literatura.

1 Críticas de los lectores

8

De los mejores ensayos que he leído. La verdad es que ahora cualquier gilipollas con un nombre famoso aprovecha su tirón mediático y te publica un libro con todas las tonterias que se le pasan por la cabeza. Por eso este género está un tanto menospreciado, no hay más que ir a los más vendidos de no ficción para encontrate bastante basura. Pero los buenos escritores también publican ensayos que están a la altura de sus novelas como en este caso. En este libro Julian Barnes nos habla de la muerte de una manera muy inteligente como lo suele hacer el escritor además de contar anecdotas de él y de su familia, de la relación que mantiene con su madre y su hermano, sobre filosofía y religión. Un libro muy recomendable.

hace 8 años