La familia, el trabajo, el amor, el sexo, los hijos, los padres y los abuelos: todo cabe en el mundo de Maitena, pero su visión es única porque en sus viñetas lo que triunfa es el punto de vista de la mujer de hoy. Los tiempos cambian, pero las relaciones importantes de nuestra vida siguen estando ahí, y aún lloramos delante de un teléfono que no suena, aún sentimos el placer de ser deseadas y a menudo pecamos de ingenuidad. Ese es el mundo que retrata Maitena, y en sus historias la ironía y la ternura andan de la mano, convirtiendo el humor en una lección de supervivencia.