LOS CONFLICTOS SOCIALES EN EL REINO DE CASTILLA EN LOS SIGLOS XIV Y XV

LOS CONFLICTOS SOCIALES EN EL REINO DE CASTILLA EN LOS SIGLOS XIV Y XV VALDEÓN BARUQUE, JULIO

Imagen no disponible
Nota media - Sin votos Sin votos 0 críticas
  • Género Varios
  • Editorial SIGLO XXI
  • Año de edición 1975
  • ISBN 9788432301889
  • Idioma Español
No hay información que mostrar

Resumen

Los trabajos reunidos en la colección HISTORIA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES tienen un protagonista: las masas. El análisis de los movimientos sociales ha impulsado el desarrollo dé una disciplina -la historia social- ritualmente invocada, a partir de 1930, como parte de la &laquo,historia económica y social&raquo,. Esta rama histórica se ha convertido en campo privilegiado de convergencia de la antropología, la sociología y la historia. Su metodología ofrece la variedad y amplitud propias de una disciplina en rápida gestación, nutrida por polémicas fructíferas.

El trabajo de J. Valdeón Baruque aborda la problemática general de los conflictos sociales que se desarrollaron en los territorios de la corona de Castilla durante los siglos XIV y XV. La contradicción básica de aquel tipo de sociedad, que se planteaba entre la clase señorial y los campesinos, se agudizó desde finales del siglo XIII. Las dificultades para reproducir las relaciones sociales existentes, a lo que contribuyó en gran medida la crisis demográfica y económica del siglo XIV,incitaron a la clase señorial a buscar por todos los medios "el mantenimiento de su posición privilegiada. Pero su agresividad dio lugar a una réplica adecuada de las masas populares. La utilización de las Hermandades en un sentido antinobiliario (valga como ejemplo lo sucedido en Galicia en tiempos de Enrique IV) y los movimientos antiseñoriales de diversa índole que estallaron desde mediados del siglo XIV, testimonian elocuentemente la capacidad popular de resistencia qUe, no obstante, no pudo impedir el fortalecimiento indiscutible de la nobleza en la Castilla del siglo XV. Paralelamente las tensiones sociales derivaron en una actitud intolerante de las masas populares cristianas contra judíos y conversos. Aunque revestido de enfrentamiento ideológico, el antisemitismo encubría una conflictividad social manifiesta.