A Salvadora Medina Onrubia la cruzan las contradicciones, ya que fue una activa militante de ideas anarquistas sin dejar por ello su vida de millonaria. Abrigos de pieles y automóviles Rolls Royce se mixturan, de modo asaz problemático, con consignas libertarias que lleva adelante con nada desdeñable consecuencia. Personalidad fuera de lo común, puede encontrársela en la organización de la fuga de Simón Radowitzky, en la redacción del órgano anarquista La Protesta, o cuidando heridos en las sangrientas jornadas de la Semana Trágica. Presa en más de una ocasión, escribe en una de ellas su rechazo del eventual perdón del dictador Uriburu, a quien apostrofa sin piedad. Dentro de su producción escrita, variada y abundante, ocupan un lugar importante sus piezas teatrales, algunas estrenadas con éxito, otras semiocultas en publicaciones de escasa circulación y salas marginales. Aquí se presenta una selección de las mismas, en las que se trasponen de diversas maneras los episodios de su vida azarosa, sus sufrimientos como madre y esposa, y se expresan las antinomias que atravesaron su experiencia vital y su itinerario político e intelectual.