Las calles de arena de Paco Roca comienza con un hombre que recibe un ultimátum de su pareja: o llega puntual al banco para la firma de la hipoteca o todo terminó. Se le ha hecho excesivamente tarde y por llegar a tiempo se arriesga a cruzar el barrio viejo: un intrincado lugar en el que siempre se pierde. Después de horas y horas caminando, se da cuenta de que está completamente perdido y no tiene posibilidad de abandonar sus calles. Los habitantes de este peculiar vecindario son personas que han sucumbido a sus miedos y se han resignado a vivir allí. Tienen miedo a vivir, a amar, a hablar con los demás, a olvidar…. Sólo nuestro protagonista hará lo posible por huir de allí. Una bonita alegoría que anima a reflexionar sobre lo que realmente queremos de la vida y a luchar por conseguirlo. De otro modo, viviremos por siempre en un lugar que no es el nuestro dejándonos devorar por la rutina.
hace 7 años