Si se preguntasen por qué esta novela japonesa escrita en el año 92 merece convertirse en una lectura imprescindible en nuestro país, tendría múltiples argumentos, pero apunten los más importantes: -Se trata de una novela de suspense típicamente nipón, con personajes y hechos que podrían ser reales y que contribuyen a crear una inquietante atmósfera que les pondrá los pelos de punta. -A principios de los noventa, Japón se vio inmersa en una crisis económica tan grave como la que en la actualidad azota a Occidente. El inicio de la crisis lo provocó el estallido de la burbuja inmobiliaria y los elevados índices de endeudamiento de las familias niponas ¿Les resulta familiar? -La combinación de un tema tan de actualidad como la crisis financiera, con elevadas dosis del mejor suspense oriental, conforman un viaje en primera fila al Japón de nuestros días, además de una novela que les mantendrá en tensión hasta su última página. Imprescindible, no se la pierdan. (J.G.F.)
hace 14 años