El argumento es interesante, pero siento que está increíblemente alargado. A lo largo de la lectura nos podemos encontrar con conexiones sociales sin relevancia, idas y vueltas del protagonista (que no van a ninguna parte) o conflictos políticos que no llegan a ningún lado. La primera parte del libro (que abunda en material innecesario) no es aburrida. Simplemente da la sensación de que, para este punto, el objetivo de la obra no estaba bien definido. La segunda parte del libro no sólo es mucho más relevante e interactiva con los sucesos anteriores (recuperando muchos hechos sin relevancia para buscar un sentido que haga valer la pasada lectura), sino que también hace hincapié constantemente en los temas que son de interés desarrollar: la confianza y la sexualidad, la naturaleza sexual de distintas posturas filosóficas, la discriminación al que piensa o es diferente, etc. A fin de cuentas el libro no resulta aburrido y, si bien las descripciones se pueden hacer densas y largas por momentos, la experiencia es amena y divertida. En fin. Si la primera parte puede resultar aburrida, la segunda es una forma de conectar con todo lo sucedido de forma tal que el tema a tratar cobra relevancia mediante el carisma que los personajes transmiten en su último viaje.
hace 1 año