Desde que un accidente la convirtió en vampira, Elvi Black se ha recluido en su ataúd, ha permanecido en la sombra y ha dejado el ajo. Ella sabe que ser un no-muerto es mucho más que lo que ha visto en Drácula, pero no puede hablar con sus amigos mortales sobre mordiscos. Cuando sus vecinos ponen un anuncio de contactos por ella en el periódico local, no imaginaba que conocería a Víctor Argeneau, un vampiro que podía elegir a cualquier mujer —viva o muerta—. Rico, poderoso y guapísimo, Víctor es el hombre perfecto para una novata muerde cuellos como Elvi. Está dispuesto a enseñarle todo lo que sabe, pero tendrá que hacerlo rápido. Alguien quiere poner una estaca en la vida de su nueva vampiresa, y solo Víctor puede mantenerla a salvo –y satisfacerla por toda la eternidad.