«MÁTAME. SI ALGUNA VEZ HAS SIDO MI AMIGO, MÁTAME». Desde hace tres semanas, Thomas vive en una habitación sin ventanas, de un blanco resplandeciente y siempre iluminada. Sin reloj y sin contacto con nadie, más allá de las tres bandejas de comida que alguien le lleva a diario (aunque a horas distint...