Resumen

Pocas relaciones son tan especiales como la complicidad que se establece entre un abuelo y su nieto. Y si el abuelo es, como en el caso del narrador de este libro, un consumado relojero, no es raro que las historias que lo componen estén repletas de tic-tacs, minuteros, segunderos y extraños artilugios. Un perro mecánico que no sabe ladrar, un hombre con dos nucas que ama el silencio y un jardín en el que en lugar de árboles crecen relojes protagonizan estos tres relatos que hablan sobre la infancia, la amistad y el misterioso paso del tiempo.... Literatura recomendada entre 9 y 12 años.