La fascinación que Juan-Eduardo Cirlot sintió por la obra de Tàpies bien pudiera equipararse a la que tenía por la de Blake, Poe, Dante Gabriel Rosetti, Gaudí, Scriabin o Schoenberg. Cirlot "entendía" la obra de Tàpies y necesitaba con verdadera ansiedad hacerla comprensible a los demás. Este hecho fue decisivo, pues le llevó a escribir numerosos artículos sobre el artista. Este libro es el resultado de la compilación de los artículos que Cirlot escribiera sobre Tàpies entre 1949 y 1973 e incluye los dos libros que Juan-Eduardo Cirlot escribió en 1960 y 1962.