Miguel Ángel Martín ofrece un extenso relato a color para invitar a surfear por el océano oleaginoso de la sociedad postindustrial. Una crónica implacable del nuevo mundo que nos rodea. Pinta un fresco generacional, coral y poliédrico, que representa, a la manera de las alegorías medievales y renacentistas, toda una metáfora despiadada del mundo. Quienes no tengan miedo se reconocerán también como parte del espectáculo, encontrando en las viñetas, con sorpresa, horror y fascinación, su propia vida impresa. Martín conoce y está dentro de todos y cada uno de sus personajes, los entiende sin empatizar con ellos, los comprende sin juzgarlos, y les deja actuar con la naturalidad con que lo harían en el mundo real. A ello se añade la cualidad visionaria de sus anticipaciones tecnológicas, sociológicas e incluso psicológicas, que revelan a un artista embebido y conocedor experto de la ciencia y la sociedad de su tiempo. En palabras del prologuista, Jesús Palacios, «es imposible no sentirse turbado y perturbado por su obra». El volumen se completa con la miniserie inconclusa «Jelly Beans» publicada en los números que precedieron al cierre de El Víbora, y otros tres relatos cortos que aparecieron en números extras de la misma revista.