Esta novela con un argumento bastante misterioso y con unos personajes de lo más excentricos pero interesantes logra enganchar de una manera muy ansiosa, da pie a que terminemos totalmente conquistados con los protagonistas, de lo raros y peculiares que son, ya que es el fuerte de esta historia, porque no cuenta más que sobre un par de parejas, más la hija de uno de ellos, que van a pasar un verano a una casa alquilada, hasta que aparece una chica de lo más salvaje y alocada en el fondo de su piscina un día cualquiera, así como de la nada. Te atrapa con mucha facilidad y se lee rapidísimo, es bien cortito con capítulos ligeros y al haber variedad de personajes, cada uno con sus historias y problemas (algunos hasta taras mentales) personales se hace bastante corto y mucho más ameno. Así que sin duda me veo obligada a recomendarlo porque esta escritora no debería resultar nada indiferente.

Me ha gustado. Es un libro que tiene sabor a un fresco verano. Te lo ambienta en un julio que es tan caluroso como el que más, pero te lo imaginas en la refrescante Francia. Algo ayuda a pasar el calor. Muy recomendable, sobre todo para amantes de la literatura extranjera.