Reúne el máximo de humor poético, ternura y delirio que pueden albergar unos cuadritos. Viñetas que serán un clásico de la historieta seria y cómica, reflexiva y tierna. Una ducha agridulce de risas contagiosas, donde desfila la gente que anda por ahí, Olga (el amigo imaginario), el gato Fellini, las cosas que a lo mejor le pasaron a Picasso, el misterioso hombre de negro, Alfio y el propio Liniers, entre otros personajes tiernos y graciosos, de la pluma de este heredero de la mejor tradición de la comicidad literaria, y dibujada...