El destino de Hunter está escrito en las estrellas: la profecía señala que se casará con una mujer de raza blanca y como consecuencia de esa unión, será posible un mundo en el que puedan convivir hombres y mujeres de ambas razas en armonía. Pero para el guerrero no es fácil aceptar que su futuro pasar por casarse con una tosi tivo, a los que él desprecia profundamente. Si Hunter, apodado Cazador, odia a los blancos, Loretta Simpson teme a los comanches por encima de todo. Su familia murió a manos de una banda de indios cuando tan solo era un niña y jamás ha superado ese trauma. Por eso, cuando Hunter se presenta en su hogar reclamándola como si fuera de su propiedad, se debate entre acatar con resignación su destino con resignación o acabar con su vida para evitar la deshonra de convertirse en la mujer de un indio. «Luna comanche» nos narra una historia de amor muy compleja: los protagonistas pertenecen a mundos opuestos, sus creencias y costumbres son antagónicas, hablan diferentes idiomas y para complicar un poco más todo, Loretta, desde el ataque en el que murió toda su familia, no habla. Pensaba que sería imposible creerme su historia de amor, pero la autora lo ha conseguido y con muy buena nota. Cazador es un personaje inmenso. Soporta el peso de ser el jefe de su tribu, y encontrar el equilibrio para seguir protegiendo a su gente y ganarse el respeto de Loretta, será harto complicado. Este libro contiene unas escenas brutales, con altas dosis de violencia. La autora no se corta un pelo para describir con detalle los ataques de comanches y blancos y si algo queda claro gracias a esta novela, es que aquí no hay un bando bueno o malo: todos cometieron atrocidades y las consecuencias de esos ataques las pagaron víctimas inocentes. Cazador y Loretta protagonizan una historia de amor entre un comanche y una mujer blanca enfrentados por una guerra y la masacre que sufrieron sus respectivas familias en el pasado. Es una novela muy recomendable para los lectores que disfrutan con los romances que se desarrollan de forma pausada y donde la evolución de sus sentimientos es palpable. Desde hoy, Luna comanche se ha convertido en uno de mis libros favoritos.

Aunque su nivel literario deja mucho que desear, esta novela cumple su objetivo que es entretener. La traducción es lamentable, horrorosa.

Anderson es una extraordinaria escritora, sabe llevar el hilo de la historia de manera amena y nunca desconcierta al lector con pasajes vagos ni incoherentes. Yo, por error, leí la segunda parte de esta historia, lo cual es posible porque aunque están vinculadas están divididas claramente. Sin embargo, me dio mucho consuelo saber qué fue de los personajes, ya que el final de la primera es bastante abierto y deja mucho para la imaginación. Mi crítica, solo a título personal, es que me pareció un poco dura en ciertos capítulos. Definitivamente es una novela histórica romántica muy lejos de ser una novela rosa, por lo cual hay que leerla con la idea de que nos encontramos con escenas rudas y reales para la época.

¡Maravillosa novela!! Imprescindible para las amantes del romance histórico.