Ahora que se celebran los veinticinco años de la muerte de Jaime Gil de Biedma, una de las figuras consideradas clave del siglo XX —¡con razón!—, Lumen ha recuperado una nueva edición de su poemario completo, Las personas del verbo —tal y como él mismo lo dejó establecido en 1975 y con los añadidos de la segunda edición de 1982—, acompañándolo además de otra edición —esta sí con mucho más contenido inédito— de sus Diarios, cuya lectura complementaria es altamente recomendable, por cuanto indaga en la propia germinación de su poesía. Y varios son los motivos por los cuales Gil de Biedma es ineludible: su accesibilidad, la tremenda belleza y pulido de su poesía —aun sin los juegos florales de otros poetas más relamidos—, y el carácter cenital que posee en la poesía de su tiempo. Su obra es breve, lo que justifica hacerse con su obra completa —no es el desmesurado volumen de otros, sino que se queda, en esta edición, como en las anteriores, en un par de centenares de páginas—, y su maestría en lo que se dio a conocer como la «poesía de la experiencia» permite una lectura tan personal e identificable a aquellos poco duchos en los terrenos de la poesía como a los más versados, que siempre encuentran, gracias su virtuosismo, más y más aristas, por la alta capacidad de relectura que poseen esos poemas. Y Lumen, además, se ha descolgado con una edición hermosa, en tapa dura, al cuidado de Jorge Andreu —quien edita sus Diarios—, y con pocos pero pertinentes añadidos. Un apunte: a título personal de lector y usuario, he tenido que darle la puntuación de 10 sobre 10, la máxima que permite Quelibroleo. (Carlos Cruz, 17 de diciembre de 2015)
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