La otra vida puede ser de esas novelas cortitas que, al no tratarse de un best seller, pasan desapercibidas en una librería, a pesar de ser la ganadora de 2016 del Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal. Sin embargo, entre sus páginas se esconde una historia que merece la atención de los lectores, una historia en la que se conjugan lo real y lo ficticio a raíz de una hipótesis que no está comprobada pero que bien podría ser verdad. Siguiendo los pasos de Rodrigo Hurtado de Mendoza conoceremos la relación de amistad entre su padre, Diego Hurtado de Mendoza, y una monja fuera de lo común y la intriga en la que se verá envuelto debido a esta amistad plagada de textos, libros, secretos y peligros tras los cuales anda la Inquisición y la monarquía. Blanco Bravo podría haberse recreado en su novela y haber escrito un volumen de más de 500 páginas como viene siendo lo habitual últimamente (la novela habría dado para ello), pero, por el contrario, ha optado por ser concisa y escueta y centrarse en el núcleo de la trama dándole así más agilidad y dinamismo a la obra. Una novela mezcla de géneros, histórica, de misterio, de aventuras, sin llegar a ser ninguno en concreto; con un toque reivindicativo y feministas en su esencia, casi imperceptible; y una trama que te tiene atrapado hasta el final, ansioso por saber cuál será su desenlace. (Sandra C. Jarén, 16 de enero de 2017)
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