Las semillas, o elementos principales del flamenco, lejos de haber sido importados desde tierras remotas de Oriente por ancestrales y milenarias razas, aparecen en torno al comienzo del siglo XVII, esto es: cuando comienza el barroco y vienen de ultramar piezas fundamentales como la zarabanda, la chacona, la jácara, el cumbé y el zarambeque. Y para demostrarlo el CD que acompaña al libro.