Tres magnates neoyorquinos son brutalmente asesinados. Al mismo tiempo, desaparecen determinadas obras de arte de sus colecciones particulares. Ninguno de los tres habría sido jamás relacionado con obras artísticas de dudoso origen, y menos aún con pinturas que los nazis robaron a los judíos a principios de los años cuarenta y que fueron vendidas secretamente en Suiza de acuerdo con una lista que llevaba el mariscal Hermann Goering.Han pasado casi cincuenta años; aunque esos crímenes están vinculados a secretos enterrados desde aquellos tiempos, instantáneamente hacen sonar las alarmas en la CIA, en el Mossad israelí y en el SVR, sucesor recién creado del KGB; todos identifican al terrorista alemán Dieter Strasser como el cerebro oculto detrás de los asesinatos, y todos ellos tienen motivos para atraparlo... o eso parece. La CIA recurre a su agente Mike Semko, quien se enfurece cuando sus superiores lo ponen a trabajar con la atractiva Rachel Sidrane, historiadora de arte y agente del Mossad, quien quizá responda a órdenes y objetivos propios.La persecución será implacable. En el torbellino mortal que barrerá dos continentes, Semko deberá imponer sus propias reglas para no sucumbir en una red donde no parece haber lealtad posible.