La protagonista y narradora de la novela es Alice, una chica de diecisiete años que vive en un barrio poco agraciado de Londres con sus padres. La madre está enferma, el padre es veterinario, por lo que la casa (también consulta) siempre está llena de animales, pero su mal carácter y despotismo hacen difícil la vida de las dos mujeres.
Los acontecimientos que se describen giran alrededor de Alice, cuya vida es sombría y gris, y en la que su ingenuidad se mezcla con la falta de amor; aunque a veces aflora un rayo de luz y esperanza en forma de un nuevo amigo, Ojitos, o la señora Churchill, la asistenta.
La atmósfera triste y asfixiante, junto con los acontecimientos que suceden en la trama, son descritos de un modo totalmente realista, pero casi sin que nos demos cuenta la autora incluye un elemento paranormal, una habilidad singular que Alice tiene y cuya importancia aumenta hacia el final de la historia, y de hecho provoca el sorprendente final. Un desenlace tan inesperado y desconcertante que todavía no he asimilado.
En mi opinión es una lectura difícil de clasificar, bastante peculiar diría, pero me ha gustado, y no descarto leer más libros de esta autora que no conocía.