La Guerra de la Independencia, en el contexto de las guerras napoleónicas, fue algo más que una guerra de ocupación y de resistencia nacional. El sentimiento antifrancés se manifestó también contra Godoy y el mal gobierno, con el propósito de regenerar la vieja monarquía hispana que encarnaba el “deseado” Fernando VII. La guerra causó una fractura interna entre los españoles y puso al descubierto un conflicto civil y social latente. Hubo colaboracionistas con el invasor, los afrancesados, y entre los patriotas las opciones políticas fueron a menudo antagónicas. La Constitución gaditana de 1812 y los proyectos liberales de las Cortes se convirtieron en el símbolo de la modernidad de España frente al Antiguo Régimen. El libro recoge en los diversos capítulos las cuestiones fundamentales que nos ayudan a entender la complejidad de la Guerra de la Independencia. Escrito con objetividad y espíritu crítico, va a permitirnos obtener la imagen global de la guerra como memoria histórica hasta hoy. En definitiva, nos permite conocer este periodo crucial de la historia contemporánea de España.