Poesía y luz es el leitmotiv de este encuentro de Clara Janés con la experimentación poética. Una práctica que engloba la imagen –mediante fotografías tomadas por la propia Clara–, descubriendo inéditas posibilidades expresivas. Espacios que evocan el cine de Tarkovski, recreador de atmósferas, y captaciones análogas a las vividas en directo por la autora, como unas cortezas de pino cruzadas por el vuelo de una mariposa, constituyen la parte pictórica de emblemas recuperados, que ofrecen lemas, verdaderas perlas líricas, que responden a temas como el de la ligereza o el amor; fotos de elementos de la naturaleza a la que se superponen en distinto orden las oes; fotos de rosas combinadas con recorridos laberínticos; fotos de escaleras que desembocan en espacios abiertos cuya didascalia nos remite a un deseo profundo de emerger; fotos unidas a elementos arquitectónicos de la cultura persa liberados de su materialidad sobre las alas del Simurg. Son plasmaciones que parecen perseguirse como si asistiéramos al fluir de fotogramas en una pantalla.