Es una sorprendente continuación de la primera parte cuando ya te planteabas ¿qué más puede pasar? Teniendo la misma fuerza que la primera parte, es más tierna, más sentimental, más realista, más triste. Aunque no quieras, trasladas los sentimientos que te provocó la primera a la lectura de la segunda y esto hace los todo sea más fuerte. Mantiene ese estilo detallado, y bello en muchas ocasiones, al contar la historia. No me he planteado, con ninguna de las dos partes, pasar rápido hojas para llegar a algo que me interesara. No tiene desperdicio.
hace 6 años